TERMOGRAFÍA DE
APLICACIÓN MÉDICA
Post-operatorio en cirugía general y estética, para observar la evolución de la persona y adelantarnos a cualquier complicación.
Durante el post-operatorio podemos utilizar la termografía para monitorizar cicatrices queloides e infecciones ocultas, que a veces permanecen invisibles durante años a pesar de las quejas que presentan los pacientes
Termografía en trasplantes
La termografía se está utilizando de forma extremadamente exitosa en los trasplantes de hígado, riñón y corazón, dado que permite comprobar el equilibrio térmico entre el órgano y su receptor. De este modo, es posible percibir si el trasplante ha sido exitoso, ya que si no existe este equilibrio térmico, tendremos un indicio de isquemias que pueden comprometer la cirugía.
Neurocirugía
A través de la termografía, los neurocirujanos pueden verificar la recuperación de lesiones medulares post cirugía cerebral.
Cirugía corazón
En países desarrollados como EEUU, la termografía es muy utilizada para este tipo de cirugía y también para la cirugía vascular, por permitir monitorizar la revascularización, existencia de oclusiones, perfusión, etc.
Cirugía plástica
En cirugía plástica la termografía permite monitorizar la perfusión, inervación, inflamaciones, recuperación de necrosis, prevención de vasoespasmos, recuperación post criocirugía, quemaduras, fístulas por hemodiálisis, etc.
Inflamación con pus
La termografía nos permite comprobar fácilmente si un proceso inflamatorio presenta pus. Además del edema que es perfectamente visible.
Necrosis
A través de la termografía podemos monitorizar el área de tejido muerto (hipotermia) y su recuperación, que se traduce por la estabilización térmica en las áreas adyacentes.